El mantenimiento preventivo en la fábrica de un transformador reduce el estrés del envejecimiento, restablece las resistencias de cortocircuito y mejora la resistencia dieléctrica. Un transformador bien mantenido reduce el costo operativo y mejora la confiabilidad.
La rehabilitación tiene como objetivo restaurar los componentes clave del transformador a un estado lo más cercano posible a “lo más nuevo” mediante la realización de acciones de renovación y reemplazo sin reemplazar componentes importantes como los bobinados o el núcleo. Para maximizar la vida técnica de los activos, esta renovación o revisión puede ser una acción intermedia cuando aún no se ha producido ninguna falla, pero el envejecimiento de la unidad ha alcanzado una etapa en la que la confiabilidad continua del transformador es inaceptable.